Comencemos explicando el significado de Innovación, el cual, según la RAE, se refiere a mudar o alterar algo. Puede ser esta la razón por la cuál para muchas empresas se vuelve tan complejo el tema, ya que alterar procesos, metodologías o valores organizacionales siempre conlleva un reto.
La transformación de ideas en resultados, es un proceso que los altos ejecutivos deben fomentar dentro de sus organizaciones: mostrar apertura a escuchar nuevas iniciativas transformadoras. Es fundamental que el cambio de conciencia empresarial descienda desde los más altos cargos hasta llegar a cada uno de los colaboradores de la forma más natural posible y esto se logra mediante el ejemplo. Cuando un trabajador identifica que su líder le da la facilidad de exponer sus ideas y que estas son valoradas y puestas en práctica, se siente motivado y continuará aportando en pro del bienestar de la organización. Dado esto es que podemos entender claramente, por qué la innovación no debe recaer en unas pocas manos ya que todos los procesos tienen el potencial de la innovación en ellos y; quién mejor para identificar ese potencial que el trabajador que está enfocado en él día a día.
Los ejecutivos con alta asertividad hacia la recepción de nuevas ideas y formas de actuar aceptan pensamientos o soluciones no convencionales aún a sabiendas de que deben enfrentar un riesgo en la implementación, sumando además a una tolerancia al posible error. Es aquí donde debemos comprender que la innovación requiere de persistencia, pues a pesar de que los métodos aplicados no son siempre los más acertados, lo que debe valorarse es la intencionalidad de la idea base y trabajar sobre esta.
No debemos dejar de lado, la importancia de la observación del entorno, pues la innovación no debe limitarse a la organización, las ideas inspiradoras pueden generarse en los momentos y de las situaciones más inesperadas.
Sólo recordemos que para que la innovación se convierta en un pilar organizacional, ésta debe venir desde la alta dirección y demostrar resultados cada vez más frecuentes y no contribuciones aisladas, pues de esta manera se integra a la cultura organizacional y genera un impacto real.